Scala di Hawkins

La escalera de Hawkins: un viaje hacia la concientización

Marzia Ricci

Exploremos juntos un tema fascinante y profundamente transformador: la Escalera de Hawkins.

¿Qué es la escala de Hawkins?

La Escala de Hawkins, desarrollada por el Dr. David R. Hawkins, es una herramienta que mide los niveles de consciencia humana en unidades de calibración en una escala logarítmica que va de 0 a 1000. Este modelo nos proporciona una comprensión clara de cómo nuestras emociones y estados mentales influyen en nuestro bienestar y crecimiento espiritual.

Los niveles de la escalera

Cada número representa un estado particular de conciencia. A continuación se muestra una descripción general de los niveles principales:

  • Vergüenza (20): El nivel más bajo, asociado con sentimientos de humillación e indignidad.
  • Culpa (30): Sentimientos de culpa y remordimiento.
  • Apatía (50): Un estado de desesperación e impotencia.
  • Dolor (75): Tristeza y sufrimiento emocional.
  • Miedo (100): Ansiedad e incertidumbre.
  • Deseo (125): Anhelo e insatisfacción.
  • Ira (150): Frustración y resentimiento.
  • Orgullo (175): Sentirse superior pero vulnerable al juicio.
  • Coraje (200): El primer nivel de verdadera fuerza, asociado con la confianza y la determinación.
  • Neutralidad (250): Flexibilidad y serenidad.
  • Disponibilidad (310): Optimismo y apertura mental.
  • Aceptación (350): Capacidad de aceptar la realidad y a los demás sin juzgar.
  • Razón (400): Utilizar la mente para resolver problemas y comprender el mundo.
  • Amor (500): Compasión y bondad incondicional.
  • Alegría (540): Estado de felicidad y dicha.
  • Paz (600): Serenidad y armonía total.
  • Iluminación (700-1000): Estados de conciencia superior, alcanzados sólo por grandes maestros espirituales.

Cómo utilizar la escala de Hawkins para su bienestar

Comprender la escala de Hawkins puede ayudarle a identificar su nivel actual de conciencia y trabajar para elevarlo. A continuación se ofrecen algunas sugerencias:

Vergüenza (20)

La vergüenza es el nivel más bajo de conciencia en la escala de Hawkins, calibrado en 20. Este estado emocional se caracteriza por un profundo sentimiento de humillación e indignidad. Las personas que operan en este nivel a menudo se sienten inferiores y despreciadas y desarrollan una autoestima extremadamente baja. La vergüenza puede llevarnos a conductas autodestructivas y a una visión de la vida como algo miserable y sin valor. Según Hawkins, las personas en este estado ven a Dios como una entidad desdeñosa y vengativa. Este nivel de conciencia es particularmente peligroso porque puede empujar a las personas al aislamiento y a la depresión. La vergüenza es una emoción que destruye la identidad y puede compararse con el sentimiento de estar completamente aniquilado. Salir de este estado requiere un importante apoyo emocional e intervenciones terapéuticas que ayuden a reconstruir la autoestima y desarrollar un sentido de autocompasión. Es esencial que las personas que se encuentran en este estado busquen ayuda y comiencen un viaje de sanación que los lleve a niveles de conciencia más elevados y saludables.

Culpa (30)

La culpa, calibrada en 30 en la escala de Hawkins, es un nivel de conciencia caracterizado por un sentimiento de culpa y remordimiento. Las personas en este estado tienden a sentirse responsables de sus propias desgracias y de las de los demás, a menudo de forma irracional. Esto puede conducir a conductas autopunitivas y a un deseo de expiación que puede ser perjudicial para el bienestar personal. Según Hawkins, la culpa es destructiva y puede conducir a una actitud de autodestrucción. Las personas en este estado ven la vida como algo malo y a sí mismos como indignos del perdón. La visión de Dios en este nivel es la de una entidad vengativa, dispuesta a castigar por los pecados cometidos. Para superar la culpa es esencial practicar el perdón, tanto hacia uno mismo como hacia los demás. Terapias como el asesoramiento y la psicoterapia pueden ayudar a procesar los sentimientos de culpa y transformarlos en una comprensión más profunda de las propias acciones y sus efectos. Aprender a ver los errores como oportunidades de crecimiento en lugar de fracasos irreparables es esencial para elevarse a un nivel de conciencia más positivo.

Apatía (50)

La apatía, calibrada en 50 en la escala de Hawkins, es un estado de conciencia caracterizado por un sentimiento de desesperación e impotencia. Las personas que operan en este nivel a menudo se sienten completamente desesperanzadas e incapaces de influir en sus propias vidas o en el mundo que las rodea. Este estado emocional puede llevarnos a una actitud de resignación y renuncia, donde todo esfuerzo parece inútil. La visión de la vida en este nivel es sombría y sin sentido, mientras que la visión de Dios es indiferente y distante. Según Hawkins, la apatía es un estado que paraliza al individuo, impidiendo cualquier forma de progreso o crecimiento personal. Para salir de este estado, es fundamental encontrar una fuente de inspiración y motivación. Esto se puede lograr a través del apoyo de amigos, familiares o profesionales de la salud mental. Las actividades que estimulan el interés y la pasión pueden ayudar a reavivar la llama interior y fomentar un sentido de esperanza y posibilidad. Trabajar la gratitud y reconocer los pequeños éxitos diarios puede sacar gradualmente al individuo de la apatía y llevarlo a niveles de conciencia más elevados y positivos.

Dolor (75)

El duelo, calibrado en 75 en la escala de Hawkins, es un estado de conciencia dominado por la tristeza y el sufrimiento emocional. Las personas en este estado viven con una sensación constante de pérdida y desolación, a menudo causada por un trauma, un duelo o una profunda decepción. Este nivel de conciencia puede hacer que la vida parezca una tragedia continua, donde cada acontecimiento parece confirmar una visión pesimista del mundo. La visión de Dios en este nivel es la de una entidad punitiva, que inflige dolor sin razón aparente. Según Hawkins, el dolor es una emoción que puede bloquear el progreso personal y mantener al individuo atrapado en un ciclo de sufrimiento. Para superar el dolor, es importante enfrentar y procesar las emociones negativas a través del apoyo de terapeutas y grupos de apoyo. Actividades como la meditación, la expresión artística y la práctica de la atención plena pueden ayudar a reducir el sufrimiento y promover la curación emocional. Es fundamental aprender a ver el dolor como una parte natural de la vida, que puede transformarse en una fuente de fortaleza y crecimiento interior. Sólo de esta manera es posible elevarse a niveles superiores de conciencia y alcanzar una mayor paz interior.

Miedo (100)

El miedo, calibrado en 100 en la escala de Hawkins, es un estado de conciencia caracterizado por la ansiedad y la incertidumbre. Las personas que operan en este nivel viven en un estado constante de preocupación y miedo, viendo el mundo como un lugar amenazante y peligroso. Este nivel de conciencia puede conducir a conductas de retraimiento y a una búsqueda constante de seguridad y protección. La visión de la vida en este nivel está dominada por la desconfianza y la paranoia, mientras que la visión de Dios es la de una entidad punitiva y prejuiciosa. Según Hawkins, el miedo es una emoción que limita severamente el potencial humano, impidiendo la exploración y la expansión. Para superar el miedo es fundamental desarrollar el coraje y la confianza en uno mismo. Técnicas como la terapia cognitiva conductual, la meditación y las prácticas de gratitud pueden ayudar a reducir la ansiedad y promover una sensación de seguridad interior. Enfrentar los miedos de forma gradual y controlada puede ayudar a desarrollar resiliencia y elevar la conciencia a niveles más elevados y positivos. Transformar el miedo en coraje es un paso esencial hacia una vida más libre y plena.

Deseo (125)

El deseo, calibrado en 125 en la escala de Hawkins, es un estado de conciencia dominado por el anhelo y la insatisfacción. Las personas que operan en este nivel buscan constantemente algo que perciben que falta en sus vidas, ya sean posesiones materiales, estatus social o reconocimiento. Este nivel de conciencia puede conducir a conductas obsesivas y compulsivas, en las que la satisfacción siempre parece estar fuera de nuestro alcance. La visión de la vida a este nivel es decepcionante, ya que cada nuevo deseo satisfecho genera inmediatamente otro. La visión de Dios en este nivel es la de una entidad negligente, que no satisface las necesidades y deseos del individuo. Según Hawkins, el deseo es una emoción que puede empujar a un individuo a perseguir objetivos superficiales y materialistas, distrayéndolo del verdadero crecimiento interior. Para superar el deseo, es importante desarrollar gratitud y aprecio por lo que ya tienes. La práctica de la atención plena y la meditación puede ayudar a reducir la obsesión por el deseo y promover una sensación de satisfacción interior. Aprender a distinguir entre las necesidades auténticas y los deseos superficiales es esencial para elevar la conciencia a niveles más elevados y equilibrados.

Ira (150)

La ira, calibrada en 150 en la escala de Hawkins, es un estado de conciencia caracterizado por la frustración, el resentimiento y el odio. Las personas que operan en este nivel a menudo se sienten constantemente molestas y hostiles hacia el mundo que les rodea. Este nivel de conciencia puede conducir a un comportamiento agresivo y confrontativo, donde el individuo se siente justificado al responder con ira a la adversidad. La visión de la vida en este nivel es hostil y belicosa, mientras que la visión de Dios es la de una entidad vengativa. Según Hawkins, la ira puede ser una fuerza poderosa y destructiva, pero también puede ser un punto de inflexión para el cambio. Si se canaliza correctamente, la ira puede transformarse en determinación y voluntad de mejorar la propia situación. Para superar la ira, es esencial desarrollar la capacidad de perdonar y comprender las raíces profundas de las propias emociones. La meditación, la terapia y las técnicas de manejo de la ira pueden ayudar a transformar esta energía negativa en una fuerza positiva. Aprender a responder a los desafíos con calma y asertividad en lugar de agresivamente es un paso crucial para elevar la conciencia a niveles más pacíficos y constructivos.

Orgullo (175)

El orgullo, calibrado en 175 en la escala de Hawkins, es un estado de conciencia caracterizado por un sentimiento de superioridad y arrogancia. Las personas que operan en este nivel tienden a sentirse mejores que los demás y buscan constantemente aprobación y reconocimiento. Este nivel de conciencia puede llevar a conductas competitivas y prejuiciosas, donde el individuo busca siempre confirmación externa para sentirse válido. La visión de la vida en este nivel es exigente y crítica, mientras que la visión de Dios es la de una entidad indiferente. Según Hawkins, el orgullo puede ser un obstáculo importante para el crecimiento personal, ya que impide la humildad y la apertura al cambio. Sin embargo, el orgullo también puede ser un signo de autoestima y motivación, si se gestiona adecuadamente. Para superar el orgullo negativo, es esencial desarrollar la humildad y la capacidad de reconocer las propias limitaciones. Practicar el perdón y la gratitud puede ayudar a reducir el ego y promover un sentido de conexión con los demás. Aprender a ver el valor de los demás y respetar diversas perspectivas es esencial para elevar la conciencia a niveles más colaborativos y compasivos.

Coraje (200)

El coraje, calibrado en 200 en la escala de Hawkins, es el primer nivel de verdadera fuerza y ​​poder personal. Las personas que operan en este nivel tienen una visión positiva y proactiva de la vida, sintiéndose capaces de afrontar retos y realizar cambios significativos. Este nivel de conciencia se caracteriza por la confianza, la determinación y la capacidad de actuar a pesar del miedo. La visión de la vida en este nivel es factible y desafiante, mientras que la visión de Dios es la de una entidad permisiva y alentadora. Según Hawkins, el coraje es el punto de inflexión en el que el individuo pasa de un estado de debilidad e impotencia a un estado de poder y responsabilidad. Para mantener y fortalecer el coraje, es importante desarrollar la autodisciplina y la resiliencia. La práctica de la meditación, el autoentrenamiento y el afrontamiento positivo de los retos diarios pueden ayudar a consolidar esta fuerza interior. Abordar las dificultades con una mentalidad abierta y curiosa, en lugar de con miedo y resistencia, es esencial para seguir avanzando en la escalera de la conciencia y alcanzar niveles de conocimiento aún más elevados.

Neutralidad (250)

La neutralidad, calibrada en 250 en la escala de Hawkins, es un estado de conciencia caracterizado por una visión equilibrada y flexible de la vida. Las personas que operan en este nivel no están apegadas a resultados específicos y abordan las situaciones con una actitud de aceptación y serenidad. Este nivel de conciencia le permite mantener una perspectiva objetiva, evitando juicios y reacciones emocionales extremas. La visión de la vida en este nivel es satisfactoria y pacífica, mientras que la visión de Dios es habitual y no se ve afectada por las circunstancias externas. Según Hawkins, la neutralidad es un punto de equilibrio que permite a las personas afrontar los desafíos de la vida con calma y claridad. Para fortalecer este estado de conciencia, es importante practicar la atención plena y desarrollar la capacidad de desprenderse emocionalmente. La meditación, la reflexión y las técnicas de manejo del estrés pueden ayudar a mantener una perspectiva equilibrada y evitar reacciones impulsivas. Aprender a ver las situaciones desde diferentes puntos de vista y permanecer abierto a las posibilidades es esencial para progresar en la escalera de la conciencia y alcanzar niveles aún más elevados de conocimiento.

Disponibilidad (310)

La disponibilidad, calibrada en 310 en la escala de Hawkins, es un estado de conciencia caracterizado por el optimismo, la apertura y la voluntad de aprender. Las personas que operan en este nivel están dispuestas a experimentar con nuevas ideas y explorar nuevas oportunidades con una actitud positiva. Este nivel de conciencia está asociado con un sentido de esperanza y posibilidad, donde el individuo ve la vida como una aventura llena de potencial. La visión de la vida en este nivel es esperanzadora y desafiante, mientras que la visión de Dios es inspiradora y benévola. Según Hawkins, la disponibilidad es un punto de partida fundamental para el crecimiento personal y espiritual, ya que abre la puerta al aprendizaje y la evolución continuos. Para fortalecer este estado de conciencia, es importante cultivar la curiosidad y la apertura mental. Practicar la gratitud, leer libros inspiradores y realizar cursos y talleres puede ayudarte a mantener una mentalidad abierta y optimista. Aprender a ver los desafíos como oportunidades de crecimiento y a mantener una actitud positiva frente a la adversidad es esencial para progresar en la escalera de la conciencia y alcanzar niveles aún más elevados.

Aceptación (350)

La aceptación, calibrada en 350 en la escala de Hawkins, es un estado de conciencia caracterizado por una profunda comprensión y un sentimiento de perdón. Las personas que operan en este nivel aceptan la realidad tal como es, sin intentar cambiarla ni juzgarla. Este nivel de conciencia está asociado a una visión armoniosa de la vida, donde el individuo ve el mundo con compasión y comprensión. La visión de la vida en este nivel es armoniosa y pacífica, mientras que la visión de Dios es benévola y amorosa. Según Hawkins, la aceptación es un punto de inflexión que permite a las personas liberarse de la carga del juicio y el resentimiento, allanando el camino hacia la verdadera paz interior. Para fortalecer este estado de conciencia, es importante practicar la meditación y la atención plena, desarrollando la capacidad de vivir en el momento presente. La práctica del perdón, tanto hacia uno mismo como hacia los demás, es esencial para mantener un estado de aceptación y armonía. Aprender a ver la belleza y la perfección en cada situación, incluso en las difíciles, es esencial para progresar en la escalera de la conciencia y alcanzar niveles aún más elevados de conocimiento.

Razón (400)

La razón, calibrada en 400 en la escala de Hawkins, es un estado de conciencia caracterizado por una profunda comprensión y capacidad analítica. Las personas que operan en este nivel utilizan su mente eficazmente para resolver problemas y comprender el mundo. Este nivel de conciencia está asociado a una visión significativa de la vida, donde el individuo busca la verdad a través del uso de la lógica y la racionalidad. La visión de la vida en este nivel es significativa y ordenada, mientras que la visión de Dios es sabia y completa. Según Hawkins, la razón es un nivel elevado de conciencia que permite a las personas ver el mundo con claridad y objetividad, sin estar nubladas por las emociones. Para fortalecer este estado de conciencia, es importante desarrollar habilidades de pensamiento crítico y analítico. Leer textos científicos y filosóficos, participar en debates y practicar la meditación puede ayudar a mantener una mente clara y concentrada. Aprender a ver las situaciones desde diferentes perspectivas y tomar decisiones basadas en hechos y lógica, en lugar de emociones, es esencial para progresar en la escalera de la conciencia y alcanzar niveles aún más elevados de conocimiento.

Amor (500)

El amor, calibrado en 500 en la escala de Hawkins, es un estado de conciencia caracterizado por una profunda compasión y bondad. Las personas que operan en este nivel ven el mundo a través de los ojos del amor incondicional y son capaces de sentir una profunda empatía hacia los demás. Este nivel de conciencia está asociado a una visión amorosa de la vida, donde el individuo se siente conectado con todo y con todos. La visión de la vida en este nivel es amorosa y alegre, mientras que la visión de Dios es la de una entidad amorosa y benévola. Según Hawkins, el amor es uno de los niveles de conciencia más poderosos, capaz de transformar radicalmente la vida de una persona y de quienes la rodean. Para fortalecer este estado de conciencia, es importante practicar la gratitud y el perdón, desarrollando la capacidad de amar incondicionalmente. Las prácticas de meditación, oración y autocompasión pueden ayudar a mantener un estado de amor y conexión. Aprender a ver la belleza y la divinidad en cada persona y situación es esencial para progresar en la escalera de la conciencia y alcanzar niveles aún más elevados.

Alegría (540)

La alegría, calibrada en 540 en la escala de Hawkins, es un estado de conciencia caracterizado por una sensación de serenidad y felicidad. Las personas que operan en este nivel viven en un estado constante de felicidad, independientemente de las circunstancias externas. Este nivel de conciencia está asociado a una visión completa de la vida, donde el individuo experimenta una profunda conexión con el universo y una sensación de paz interior. La visión de la vida en este nivel es completa y satisfactoria, mientras que la visión de Dios es inefable y divina. Según Hawkins, la alegría es un estado de conciencia muy elevado que sólo se puede alcanzar a través de un profundo trabajo interior y la práctica de la espiritualidad. Para mantener este estado de conciencia, es importante cultivar la gratitud y la conciencia del momento presente. Las prácticas de meditación, oración y atención plena pueden ayudar a mantener un estado de alegría y felicidad. Aprender a ver la belleza y la perfección en cada momento y vivir con un corazón abierto y agradecido es esencial para progresar más en la escalera de la conciencia y alcanzar niveles aún más elevados de conocimiento.

Paz (600)

La paz, calibrada en 600 en la escala de Hawkins, es un estado de conciencia caracterizado por una sensación de felicidad y armonía total. Las personas que operan en este nivel viven en un estado de profunda serenidad, donde cada pensamiento y acción está en perfecta armonía con el universo. Este nivel de conciencia está asociado a una visión perfecta de la vida, donde el individuo experimenta una paz interior que trasciende todo entendimiento humano. La visión de la vida en este nivel es perfecta y armoniosa, mientras que la visión de Dios es omnipresente y omnipresente. Según Hawkins, la paz es un estado de conciencia raramente alcanzado pero increíblemente poderoso, capaz de transformar no sólo la vida del individuo, sino también la de las personas que lo rodean. Para mantener este estado de conciencia, es importante practicar la meditación profunda y la oración, desarrollando la capacidad de vivir en armonía con el momento presente. La práctica de la compasión y el altruismo puede ayudar a mantener un estado de paz y serenidad. Aprender a ver la perfección y la divinidad en cada momento y vivir con un corazón abierto y compasivo es esencial para progresar más en la escalera de la conciencia y alcanzar niveles aún más elevados de conocimiento.

Iluminación (700-1000)

La iluminación, calibrada entre 700 y 1000 en la escala de Hawkins, es el estado más elevado de conciencia y representa la realización completa y la pureza espiritual. Las personas que operan en este nivel son consideradas grandes maestros espirituales, que viven en un estado de unidad con el universo y la divinidad. Este nivel de conciencia está asociado a una visión inefable de la vida, donde el individuo experimenta una conexión directa con lo divino y una comprensión profunda de la naturaleza de la existencia. La visión de la vida en este nivel es inefable y divina, mientras que la visión de Dios es omnipresente, omnipresente y está más allá de la comprensión humana. Según Hawkins, la iluminación es un estado de conciencia que trasciende todas las dualidades y limitaciones de la mente humana, llevando al individuo a la comprensión y realización completas. Para lograr y mantener este estado de conciencia, es importante realizar prácticas espirituales profundas y continuas, como la meditación, la oración y el servicio altruista. Aprender a ver la unidad en toda la creación y vivir en un estado de amor incondicional y compasión es esencial para mantener y profundizar la iluminación.


La Escala de Hawkins nos ofrece un mapa detallado y valioso de la conciencia humana, revelando cómo nuestros estados emocionales influyen profundamente en nuestra percepción de la realidad y en la calidad de nuestras vidas. Desde el nivel más bajo de vergüenza hasta la iluminación, cada paso representa un desafío y una oportunidad para el crecimiento personal y espiritual.

Reconocer tu nivel actual de conciencia es el primer paso hacia la elevación y la transformación. A través de prácticas de atención plena, meditación y autorreflexión, podemos avanzar progresivamente hacia estados superiores de conciencia, descubriendo una mayor paz interior, amor y comprensión del mundo que nos rodea.

Recuerda, cada paso que das en esta escalera es un paso hacia una vida más rica y significativa. Ya sea que recién esté comenzando su viaje o ya esté en camino hacia la iluminación, estamos aquí para acompañarlo y celebrarlo.


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